alba - marga
Yo era la Marga andina
ahora,
la Alba amazónica
de todas formas mujer andino amazónica
amazónica y andina.
Nunca está dicha la puerta que has de cruzar...
escrituras cotidianas
Te he querido tanto
aunque
te he abandonado
como tantas semillas de girasol puedo contar.
Hoy juré por ti que no te dejaré de amar.
De aquí en adelante
te sanaré
con mis propias manos
con mis palabras.
Sencillez te abrazo el alma, sino hubieras llegado a mi vida, quizás no podría ver mi maldad, mi ansiedad, mis odios, mis durezas hacia el mundo y todos mis defectos. Sin ti, no tengo calma, tampoco hubiera podido reconocer mis capacidades para perdonarme, amar y crecer. Te confieso que aún me es difícil bajarme de algún falso pedestal cuando la arrogancia aparece de la nada.
¿Te pueden amar más?
Si
¿Puedes amar más?
Si
¿Te puedes amargar por eso?
Si
¿Puedes dejar de amargarte?
Si
No había ningún triángulo perfecto entre mi padre, mi madre y yo,
fue y es un imposible,
asumirlo es sanar.
Sanar
fue y es posible,
lograr desatar el triángulo entre dos, tres y multitudes.